En tiempos antiguos, en el pasado, los seres humanos en la necesidad de comunicar, representar, organizar, etc. utilizaban expresiones como imágenes, gestos, sonidos, danzas, cantos, tatuajes, dibujos, pinturas y demás, para sus rituales de cura, de poder y de invocaciones a la naturaleza, lo que poco a poco estas expresiones se convirtieron en su cultura y su forma de mirar el mundo.
Eran estas expresiones lo más sagrado que ellos tenían para desarrollar su
espiritualidad.


todo
empezaba con el palpitar del corazón, desde el inicio de la creación del ser humano, el
corazón ha sido la fuerza que nos lleva a movilizarnos en este plano, el
corazón que simboliza también la fuerza y el amor, la unión, el poder y la
sabiduría, ha sido, es y seguirá siendo un palpitar. Nuestros antepasados encontrando
sus orígenes se remontan a este palpitar, con expresiones como la danza y la música, en rituales en donde la repetición
de estas expresiones llevaban a un trance,
y en donde algunas personas con ayuda de plantas medicinales podrían
entrar a otros planos y conocer más sobre su ser.
El proceso creativo y artístico del cual hablare, no pretende ser
reconocido como una obra de arte, es más bien un camino hacia el interior para
lograr una evolución de la conciencia, un reconocimiento de nuestros valores y
sentido de vida, una expresión artística que no tiene un contenido en técnica,
es natural e improvisada, en donde cualquier ser humano puede ser
artista de su propia vida.

Su
principal objetivo es expresar en todas sus dimensiones el valor de crear y la
libertad de manifestar sensaciones internas que favorecen el crecimiento
personal.
Este
proceso se da por medio de diferentes expresiones artísticas como la música, la
danza, las plásticas, el teatro y tiene un campo amplio de aplicación en áreas
como la la educación, reabilitacion, social, y la salud mental.
La expresión artística permite un acceso rápido, poco invasivo, espontaneo y ludico al auto-conocimiento transformando aquello con lo que nos sentimos incómodos.
Según estudios realizados, la expresión artística actúa sobre el sistema nervioso autónomo, el equilibrio hormonal y los neurotransmisores cerebrales.
Produce un cambio de actitud, de estado emocional y en la percepción del dolor, consiguiendo llevar a la persona desde un estado de estrés a uno de relajación y creatividad. Conecta con la parte más profunda de nuestra psique, donde reside el poder curativo que todos poseemos.
El
arte dada su similitud y la relación que inconscientemente solemos hacer con el
juego, permite relacionar lo interno y lo externo, evocando y transformando lo
traumatico. El arte debemos considerarlo un poco como juego, y un poco como
trabajo, o tal vez uno como la relación entre ambos.
En
el arte se pueden encontrar diversas
funciones en la parte cognitiva, espacial, creativa, y motora, una verdadera formación integral, esto llevado a lo terapéutico provoca en el
individuo ciertas características:
·
expresar
emociones y sentimientos positivos y
negativos , para canalizarlos y elaborarlos constructiva-mente, es decir
favorece el desarrollo emocional.
·
abrir
un camino al auto-conocimiento, identificando áreas de conflicto
·
promover
el crecimiento personal.
·
Mejorar
la comunicación.
·
Ser críticos y reflexivos.
·
Mejorar el desempeño social.
·
Desarrollar la sensibilidad.
·
Favorecer
la autoestima
·
Clarificación
de lo emocional, haciendo consciente lo inconsciente